Los productores de ganado de Zihuatanejo han expresado su preocupación ante la inminente llegada de la temporada de sequía, pronosticando la pérdida de más de 3 mil cabezas de ganado debido a la escasez de agua y pastizales.
Bulfrano Bravo Espino, ganadero de la zona, lamentó que el año pasado se perdieran mil 500 reses debido a la falta de recursos y apoyo gubernamental para afrontar la sequía.
La ausencia de precipitaciones ha dejado los ríos y arroyos prácticamente secos, obligando a los ganaderos a trasladar su ganado largas distancias en busca de agua y alimento.
Este desplazamiento, sumado a las altas temperaturas, ha generado que los animales se deshidraten y bajen sus defensas, aumentando el riesgo de muerte durante el trayecto.
Ante esta situación, los ganaderos han hecho un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para que brinden apoyo y soluciones que ayuden a sobrellevar la sequía y minimizar las pérdidas en el sector ganadero.