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18 de Abril del 2025
Cultura

Vacaciones en México: ¿Carreteras libres o de peaje?

Vacaciones en México: ¿Carreteras libres o de peaje?

En México, la red de carreteras es esencial para conectar las regiones y permitir el transporte de bienes y personas. Sin embargo, no todas las rutas son iguales; algunas tienen peaje y otras son libres de peaje, lo que afecta a los conductores y la infraestructura vial



La red de carreteras de México comenzó a consolidarse en el siglo XX. Las carreteras libres de peaje tienen sus raíces en los caminos históricos de la época prehispánica y colonial, como los caminos reales, que fueron adaptados a las necesidades de transporte moderno en el siglo XX.


Durante las primeras décadas del siglo XX, el gobierno mexicano comenzó a impulsar la construcción de una red carretera federal gratuita para fomentar la comunicación entre regiones y promover el desarrollo económico del país. Este modelo de carreteras gratuitas seguía el principio constitucional de libre tránsito.


En cambio, las carreteras de peaje nacieron en la década de 1950 como respuesta a la creciente demanda de infraestructura vial de calidad. La primera autopista de peaje importante fue la México-Cuernavaca, inaugurada en 1952, bajo un modelo de financiamiento mixto entre el gobierno y la iniciativa privada. Sin embargo, no fue sino hasta la década de 1990, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, cuando se implementó el Programa Nacional de Carreteras, que consolidó el sistema de concesiones a empresas privadas para la construcción y operación de carreteras de cuota.



Actualmente, el país cuenta con una vasta red de carreteras que superan los 10,000 km de autopistas de peaje, administradas principalmente por Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) y concesionarios privados



Las carreteras libres de peaje destacan por su acceso gratuito, lo que las convierte en una opción ideal para quienes cuentan con menos recursos o prefieren evitar gastos extra en sus viajes.


Además, estas carreteras tienen una cobertura más amplia, conectando áreas rurales y regiones remotas que a menudo no cuentan con autopistas de cuota, lo que facilita el acceso a zonas menos urbanizadas. Son también una opción económica para viajes más cortos y para transportistas que buscan reducir costos operativos.


Este tipo de carreteras presentan inconvenientes como una infraestructura deficiente, especialmente en las carreteras federales y estatales, que suelen tener pavimentos en mal estado, baches y falta de señalización adecuada.


Esto no solo incrementa el desgaste de los vehículos, sino también el tiempo de traslado. A esto se suma el riesgo de menor seguridad vial debido a las condiciones geométricas del terreno, como curvas pronunciadas y caminos estrechos, además de un mantenimiento irregular que eleva las probabilidades de accidentes.



La inseguridad delictiva es otra desventaja, ya que al atravesar zonas menos vigiladas, estas carreteras son más susceptibles a robos y asaltos, sobre todo en tramos menos transitados



Por otro lado, las carreteras con peaje ofrecen una infraestructura de mayor calidad, con pavimento presumiblemente de alta resistencia, diseño recto y acotamientos seguros que reducen el riesgo de accidentes y mejoran la experiencia de conducción.


Además, brindan servicios adicionales como estaciones de gasolina, áreas de descanso y asistencia vial, incluyendo el apoyo de Ángeles Verdes, que ayuda a los viajeros en caso de emergencia.


Gracias a su mejor mantenimiento, las autopistas de peaje presentan una mayor seguridad vial, lo que se ve reflejado en una menor tasa de accidentes, y la vigilancia de cuerpos como la Guardia Nacional contribuye a reducir la incidencia de delitos.


Estos beneficios tienen un costo, ya que los peajes pueden ser un gasto significativo, especialmente en viajes largos, lo que puede resultar prohibitivo para algunos usuarios o transportistas con márgenes ajustados. Además, las autopistas de cuota no cubren todas las regiones del país, dejando fuera a algunas comunidades rurales que dependen de las carreteras libres.



La dependencia del pago de peajes puede ser un inconveniente, ya que los usuarios deben llevar efectivo o disponer de un sistema de telepeaje. Esto puede resultar incómodo para aquellos que no tienen acceso a estas opciones, aunque algunas casetas ya permiten el pago con tarjeta, no todas cuentan con esta alternativa



Un ejemplo claro de las diferencias entre una carretera de peaje y una libre es la ruta Toluca,México-Puebla,Puebla , una de las más transitadas del país. La opción de peaje, que cubre 197.16 kilómetros, tiene un costo total de 327 pesos en peajes y un tiempo estimado de viaje de 2 horas y 28 minutos, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a través de su plataforma Rutas Punto a Punto, que calcula costos y tiempos de trayecto. Además, el gasto estimado en combustible es de aproximadamente 391.90 pesos, lo que da un total de 718.90 pesos para un automóvil promedio de 4 cilindros.


Por otro lado, la ruta libre, que abarca 207 kilómetros, tiene un tiempo estimado de 4 horas y 27 minutos. Aunque esta opción es 313 pesos más económica que la de peaje, se debe tener en cuenta el tiempo adicional de 1 horas y 49 minutos que se requiere para llegar a Puebla por la carretera libre.



La elección de qué carretera tomar no solo depende de los tiempos y costos, sino también de la seguridad que garantiza para los ciudadanos al transitar por ellas



Las carreteras federales y estatales libres de peaje son conocidas por su alta incidencia de asaltos, especialmente a transportistas. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2023, más del 66% de los robos a transportistas ocurrieron en carreteras estatales, muchas de las cuales son libres de peaje. Ejemplos notables incluyen la carretera México-Toluca y la carretera México-Tampico, donde se reportaron frecuentes bloqueos y robos violentos.


Aunque las autopistas de cuota son generalmente más seguras, también se registran robos a transportistas. Según datos de la Guardia Nacional, en la autopista México-Puebla, se denunciaron 22 robos en 2020, y la cifra aumentó a 165 casos en 2023. Estos robos suelen ser más organizados y violentos, con técnicas como el "jamming" para desactivar sistemas de rastreo de vehículos.



El jamming es una técnica usada por delincuentes para facilitar el robo de camiones. Consiste en bloquear señales como GPS, Wi-Fi o 3G para evitar ser localizados durante el robo. Esto se logra mediante la emisión de una señal más fuerte o un inhibidor que anula las señales de radio u ondas



Las autopistas de peaje, por su diseño que busca ser de alta calidad y mayor presencia de vigilancia, tienden a ser más seguras que las carreteras libres en términos de accidentes.


En 2019, el 77.7% de los accidentes en carreteras federales fueron atribuidos al conductor, pero las malas condiciones de las vías libres contribuyen a un mayor riesgo de incidentes. Además, las carreteras libres son más propensas a incidentes delictivos debido a su menor vigilancia y su paso por zonas menos urbanizadas.


Las carreteras de peaje en México ofrecen una infraestructura superior y una mayor seguridad vial en comparación con las carreteras libres, pero su costo puede resultar prohibitivo para algunos usuarios.


Por otro lado, las carreteras libres son accesibles y ofrecen mayor cobertura, pero su infraestructura deficiente y la mayor incidencia de delitos las hacen una opción menos atractiva para ciertos viajeros.


Al elegir entre una u otra, los conductores deben considerar no solo el costo, sino también el tiempo de viaje y la seguridad, dos factores cruciales en la experiencia de transporte en México





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