Consumir alimentos bien cocidos es una garantía de eliminación de las bacterias y hongos en los productos, por ese motivo, cocinarlos y no ingerirlos crudos durante el verano, se vuelve primordial para cuidar la salud, explicó la coordinadora en Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Diana Erika Gómez Campos.
Es importante que al realizar las compras, los productos perecederos, como el pescado, pollo o carne, se encuentren en un buen estado general para su consumo, es decir, deberá verificarse que se conserve la red de frío desde el lugar de compra hasta llegar al hogar.
Exponer dichos alimentos a cambios bruscos de temperatura no es recomendable, explicó la especialista, pues la exposición a las bacterias se da cuando de una red de frío se pasa a una red de calor o viceversa.
"No es recomendable descongelar un producto y volverlo a congelar, una vez descongelado, éste deberá prepararse, pues estos cambios bruscos son los que pueden acelerar la producción de bacterias", explicó.
Recomendó mantener una adecuada higiene en las tablas utilizadas para cocinar para evitar enfermedades; por tal motivo, es correcto que durante su uso, este utensilio sea lavado correctamente cuando se vaya a preparar pescado, pollo, carne o verduras; otra opción sería contar con una tabla para cada tipo de alimento.
Llevar a cabo estas prácticas en la cocina, garantizan un buen estado de salud, y se evitan enfermedades, como los problemas gastrointestinales, que van desde las náuseas hasta las evacuaciones frecuentes y la deshidratación.
Como medida necesaria, la preparación de los alimentos va acompañada del correcto lavado de manos, por lo que es importante realizar la higiene por un periodo de 20 segundos, como mínimo, ya sea con agua y jabón o gel alcohol, a fin de preservar los alimentos saludables.