De acuerdo a información proporcionada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México el delito de extorsión experimentó un preocupante incremento del 50% en los últimos cuatro años, la tasa delictiva se ubica en 7.67 víctimas por cada 100 mil habitantes en el país.
Las entidades que más se ven más afectadas por esta problemática son El Estado de México, Colima y Guanajuato. Sin embargo Baja California Sur no queda exenta de estos delitos ya que diversos sectores empresariales se han visto afectados por las diversas modalidades de extorsión que van desde el cobro de piso, extorsión telefónica, cibernética y secuestro virtual.
"El tema de extorsión telefónica es un mal que ya tenemos un par de años lidiando con, es un tema muy complicado de controlar, hemos estado trabajando en conjunto con las autoridades y la mayoría de las veces estas llamadas no provienen del territorio sudcaliforniano lo que hemos hecho con los compañeros es la concientización y preparación para reconocer cuando es una llamada de extorsión y cómo actuar"
A pesar de que las autoridades hacen énfasis en la importancia de interponer denuncias ante estos casos, se estima que el 90% de las extorsiones no se denuncian, en especial la modalidad de cobro de piso.
"Al momento de procesar e ingresar una denuncia por cobro de derecho de piso se tiene que dejar el nombre, el teléfono, y dirección del denunciante, hemos visto que lamentablemente toda esta información confidencial llega a manos de los propios extorsionadores porque hay una sinergia entre las autoridades y los grupos criminales para perseguir y presionar a aquellos que se atreven a presentar una denuncia"
El cobro de derecho de piso ocurre de manera silenciosa debido al miedo de las víctimas a denunciar ya que se tienen antecedentes de grupos criminales que asesinan o destruyen comercios para generar un ejemplo.
Ante esta situación especialistas consideran que el gobierno federal debe crear una comisión encargada del combate a la extorsión ya que es un delito que se presenta en todo México y los elementos de seguridad no cuentan con el conocimiento, tecnologías ni presupuestos para poder combatir este delito.