El comercio informal en la calle Revolución se ha convertido en un problema serio para los negocios establecidos donde los vendedores ambulantes se instalan justo frente a tiendas grandes, afectando tanto a locatarios como a clientes. Elisa Ruiz, presidenta de la Unión de Comerciantes Madero Centro, señaló que la mayoría de los comercios de su red son formales porque operan en una zona altamente fiscalizada, pero la situación en esta calle es distinta.
"Sí hay inconformidad en cuanto a los comercios formales y la informalidad, y más que nada es por un tema de imagen. No se ha podido, de alguna manera, lograr que los regulen."
Explicó que los locatarios formales pueden exhibir mercancía fuera de su tienda siempre y cuando paguen una extensión, lo que les permite aprovechar el espacio de manera regulada. Sin embargo, dijo, el problema surge con las grandes cadenas comerciales, donde no hay un dueño directo, sino un gerente que no siempre considera el impacto de permitir que vendedores ambulantes se instalen afuera de sus locales.
Esto genera un desorden y dificulta la regulación, ya que muchas veces ni siquiera se puede identificar a los responsables de esos espacios. El problema no solo afecta las ventas de los comerciantes establecidos, sino también la movilidad en la zona. Los ambulantes ocupan espacios de estacionamiento y generan una imagen desordenada.A pesar de que se han intentado regulaciones, hasta ahora no se ha logrado un cambio real.
El comercio informal en la calle Revolución se ha convertido en un problema serio para los negocios establecidos donde los vendedores ambulantes se instalan justo frente a tiendas grandes, afectando tanto a locatarios como a clientes.
Elisa Ruiz, presidenta de la Unión de Comerciantes Madero Centro, señaló que la mayoría de los comercios de su red son formales porque operan en una zona altamente fiscalizada, pero la situación en esta calle es distinta.
"Sí hay inconformidad en cuanto a los comercios formales y la informalidad, y más que nada es por un tema de imagen. No se ha podido, de alguna manera, lograr que los regulen."
Explicó que los locatarios formales pueden exhibir mercancía fuera de su tienda siempre y cuando paguen una extensión, lo que les permite aprovechar el espacio de manera regulada.
Sin embargo, dijo, el problema surge con las grandes cadenas comerciales, donde no hay un dueño directo, sino un gerente que no siempre considera el impacto de permitir que vendedores ambulantes se instalen afuera de sus locales.Esto genera un desorden y dificulta la regulación, ya que muchas veces ni siquiera se puede identificar a los responsables de esos espacios.
El problema no solo afecta las ventas de los comerciantes establecidos, sino también la movilidad en la zona. Los ambulantes ocupan espacios de estacionamiento y generan una imagen desordenada.A pesar de que se han intentado regulaciones, hasta ahora no se ha logrado un cambio real.