En días recientes, el vertedero de Pescadero y el relleno sanitario Palo Escopeta han sido consumidos por el fuego, generando preocupación en la comunidad respecto a las condiciones de estos lugares cruciales para la gestión de residuos.
Según expertos, los incendios en estos sitios son más frecuentes durante las épocas de calor, exacerbados por el efecto lupa de los residuos de vidrio y las deficientes medidas de seguridad ambiental.
"Ahorita lo que está pasando en Baja California Sur, en el caso de Todos Santos, Pescadero y Cabo San Lucas, es que no se están enterrando los residuos", señaló Mayra Gutiérrez, Directora de Ponguinguiola, enfatizando los desafíos logísticos y presupuestales que enfrentan los municipios para manejar adecuadamente los residuos, lo que aumenta el riesgo de incendios, especialmente en verano.
Actualmente, Baja California Sur cuenta únicamente con un relleno sanitario certificado en la ciudad de La Paz, mientras que el resto del estado lidia con vertederos a cielo abierto en comunidades rurales. Estos sitios no solo son altamente invasivos para el medio ambiente, sino que también contribuyen significativamente a la contaminación del suelo, aire y cuencas hídricas, agravando el efecto invernadero.
Según datos proporcionados por Ponguinguiola, los especialistas recalcan la importancia de que los rellenos sanitarios cumplan estrictamente con la Norma 083 de Semarnat, que aborda la captación de lixiviados, biogás y el uso de geomembranas para minimizar impactos ambientales. Sin embargo, los costos asociados representan un obstáculo significativo para muchos municipios que carecen de los recursos necesarios.
"Los municipios no tienen el presupuesto suficiente para cumplir con estas normativas", agregó Gutiérrez, subrayando la necesidad urgente de recursos adecuados para la gestión efectiva de residuos y la prevención de futuros desastres ambientales.
En respuesta a esta crisis, los expertos hacen un llamado a la comunidad para evitar la deposición de basura en áreas no autorizadas y promover activamente prácticas de reciclaje y separación de residuos como medidas preventivas fundamentales.