Mientras una gran parte de madres de familias festejan el 10 de mayo en compañía de sus hijos Los hogares se llenan de homenajes con comidas, intercambian detalles y hay música, sin embargo, madres como María Luisa Durán viven en la agonía ante la desaparición de no encontrar a su hijo.
"Tengo tres años que mi hijo desapareció, el vino de vacaciones aquí a la paz, tuvimos comunicación con el de 10 a 15 días, este caminar lo empezamos en 9 de junio de 2019" .
Everardo Alfonso Gastelum Durán, originario de Sinaloa, tenía una ilusión, poder ayudar económicamente a sus padres.
"Y poder pagar lo que nosotros habíamos estado gastando en su proceso, tengo problemas de mis rodillas, de mi columna por descalcificación y él decía algún día te voy a pagar te voy a regresar lo que has hecho por mí porque dejaste de atenderte por atenderme a mí".
Desde hace tres años María Luisa viaja constantemente de Sinaloa a Baja California Sur con la esperanza de encontrar a su hijo
El proceso no ha sido nada fácil, todos los días recuerda a su hijo y son esas memorias las que la mantienen firme y fuerte para seguir buscando su tesoro.
"Que no hace una madre por un hijo, pierdes trabajo a veces hasta la misma familia, para mí es bien duro venir y la pobreza en la que estamos por búsquedas es bien difícil, necesitamos mucho apoyo estamos ahorita apoyándonos de compañeros del exterior no es grilla como lo están queriendo decir, es un derecho que tenemos de conocer nuestros derechos como víctimas".
Relata que los trabajos de investigación en el estado son lentos y en ocasiones nulos, hace tres años denunció la desaparición de su hijo y recientemente tuvo que interponer una nueva denuncia debido a que la carpeta de investigación que ya existía se encontraba en blanco, sin avance, sin rastro, sin una pista de su paradero.
"La burla porque lo siento así a nombre de mis compañeras también que nuestras carpetas estén en blanco cómo es posible que 3 largos años de caminar y encontramos que no hay ni tan siquiera una pista donde se aportó durante todos estos 3 años hemos estado buscando y no tenemos nada".
La esperanza por encontrar a su hijo vivo sigue constante, detalla que, aunque la desesperación e incertidumbre por no dar con su paradero es latente, la única ilusión que tiene todos los días es poder reencontrarse con ese joven a quien le dio la vida.