Después de que se revelara la existencia de un cementerio de perros en un estado de avanzada descomposición en un predio perteneciente al Centro Municipal de Atención Canina (CEMAC). La denuncia, que surgió a través de redes sociales, puso en evidencia un grave problema de manejo de residuos y bienestar animal.
El predio, utilizado como una fosa común, alberga los restos de aproximadamente 70 perros, muchos de ellos en estado de descomposición, rodeados de esqueletos cubiertos de moscas y un olor penetrante a putrefacción. Según las autoridades de CEMAC, la fosa ha sido empleada durante tiempo debido a la falta de un horno incinerador.
Algunos de los caninos fueron llevados al centro para ser eutanasiados debido a enfermedades graves o avanzada edad, buscando una muerte digna. Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada para el manejo de los restos ha generado esta situación crítica.
Kenia Ángulo, coordinadora de CEMAC, reconoció la situación y explicó que la fosa ya estaba en uso cuando asumió su cargo. Ángulo aseguró que se están tomando medidas para mejorar los procedimientos y anunció la adquisición de un horno incinerador para facilitar un manejo más adecuado de los restos biológicos.
El Reglamento para la Protección y Control de Animales Domésticos para el Municipio de La Paz estipula que, en caso de fallecimiento o sacrificio, los animales deben ser incinerados o enterrados con una capa de cal encima para evitar enfermedades.
Ante esta situación, las autoridades de CEMAC se comprometen a cumplir con la normativa vigente y asegurar el bienestar animal en la región. La comunidad espera que estas medidas se implementen a la brevedad para evitar situaciones similares en el futuro.