Para los dueños de gimnasios y entrenadores personales, el cierre de estos establecimientos es un duro golpe para su economía. "Yo pienso que el Gobierno es injusto con los gimnasios puesto que nosotros vivimos de ellos y, si no los podemos abrir, ¿pues de qué nos vamos a mantener?", declaró el dueño del gimnasio Golden25.
Aseguró que las autoridades son incongruente al permitir que continúen abiertos espacios en donde sí se generan aglomeraciones. Pide que al igual que a otros negocios se les permita trabajar bajo ciertos aforos.
Asimismo, destacó que la apertura de los gimnasios no solo beneficiaría la economía de quienes dependen de ellos, sino que también mejoraría la salud de la población que acude a ejercitarse.