Tras el anuncio del presidente de México sobre la nacionalización parcial de la Empresa Exportadora de Sal (ESSA) en Guerrero Negro, Baja California Sur, se generaron una serie de expectativas y debates en la región.
Las autoridades locales expresan que esta decisión representa una oportunidad para fortalecer la industria y el desarrollo económico de Guerrero Negro y de México en conjunto, sin embargo el sindicato de trabajadores expresan que dentro de estos puntos positivos también se presentan nuevos retos.
Dentro de estos retos destacan la deuda acumulada por la empresa y la necesidad de inversiones para modernizar las instalaciones y mejorar la productividad. La superación de estos obstáculos será clave para asegurar el éxito y la sostenibilidad de esta iniciativa en el largo plazo.
"Incluso pudiéramos competirle a las mismas empresas japonesas donde se industrializaba nuestro producto, ese es un reto que contrae por sí solo la nacionalización de la exportadora y ojala que los próximos gobernantes porque no creo que a este le alcance el tiempo piensen en diversificar el producto y darle valor agregado"