El pasado domingo, la Bahía de La Paz fue escenario de un fenómeno inesperado cuando miles de sardinas aparecieron varadas en la orilla, generando inquietud entre residentes y turistas.
A raíz de este suceso, varios especialistas comenzaron a investigar las posibles causas. Inicialmente, se barajaron dos hipótesis principales: la presencia de marea roja o la descarga de sardinas por parte de un barco pesquero. Sin embargo, las autoridades locales han revelado que la causa de esta mortandad masiva se debe a un florecimiento algal desconocido.
El Gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro, comentó sobre la situación: "Se considera que un alga mortal se le atravesó al cardumen, y el grupo de sardinas lo consumió. Esto pudo haber sido causado por una especie de marea que afectó al cardumen. Afortunadamente, no se ha visto impacto en otras pesquerías."
El florecimiento algal es problemático debido a la dificultad para identificar la especie exacta de alga responsable. Christine Band, investigadora del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CICIMAR), explicó: "Al analizar las muestras, encontramos que las especies predominantes eran dos diatomeas no tóxicas. Aunque esto sugiere que no hay evidencia de algas nocivas, continuamos monitoreando la situación más frecuentemente para entender mejor lo que está ocurriendo."
El hallazgo genera preocupación no solo por el impacto ecológico, sino también por los posibles riesgos para la salud humana. Efraín Torres, presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de La Paz, alertó: "Las microalgas pueden producir diversas toxinas. Estas toxinas pueden causar síndromes digestivos como náuseas y vómitos, o incluso problemas neurológicos graves, como parálisis o dolor muscular."
La acumulación de toxinas en mariscos y peces plantea un riesgo significativo para los consumidores, especialmente en una ciudad reconocida por sus actividades recreativas en las playas y el consumo de mariscos.
Ante esta situación, las autoridades locales recomiendan a la población estar atenta a las indicaciones de los expertos y evitar el consumo de mariscos que puedan haber sido afectados. Mientras tanto, los investigadores continúan su labor para asegurar la salud pública y entender completamente el impacto de este fenómeno en la región.
La situación sigue siendo monitoreada de cerca, con la esperanza de que se puedan determinar con precisión las causas y mitigar cualquier riesgo potencial para la salud de los ciudadanos y turistas.