El 19 de enero, alrededor de las nueve de la mañana, Jackeline salía de casa de una amiga en la colonia Fovisste cuando un hombre se acercó a ella y le tocó los glúteos. Pese a que gritó pidiendo ayuda, ningún vecino salió a ver qué ocurría. Según narró Jackeline, al hombre no le importaron sus gritos, por el contrario, parecía disfrutarlo. Aunque todo sucedió en unos pocos minutos, a ella le parecieron horas.
Jackeline decidió contar su experiencia en redes sociales para alertar a las niñas y mujeres que transitan por esa colonia. A raíz de su publicación, descubrió que una de sus amigas sufrió una experiencia similar en la misma colonia. Ambas sospechan que se trata del mismo agresor.