Como cada año el teatro de la ciudad de La Paz se llenó de colores, sonidos, deliciosos sabores, historia y cultura. Más de 3 mil personas se concentraron en la explanada, para presenciar los distintos número artísticos.
"Muy bien la verdad hemos tenido una respuesta positiva este los festivales más queridos aquí en la ciudad de la paz a nivel nacional el día de muertos es una de nuestras celebraciones más importantes y la verdad agradecer a todo el equipo de trabajo con el que enfrentamos todas las actividades y de alguna manera a la comunidad ha respondido"
Una de las actividades que destaca es la competencia de altares, donde 10 participantes le mostraron a la ciudadanía con orgullo sus raíces sudcalifornianas, tal es el caso de la familia Graciano.
Quienes participaron por primera vez con su altar tradicional de 7 niveles, colocando los elementos principales como, agua, sal, el rosario, incienso, los alimentos favoritos de sus difuntos, pan de muerto, calaveritas y papel picado.
"yo quiero presentarles el día de hoy 2 de noviembre a mi familia los graciano son 10 familiares en el cual están cuatro generaciones y sus servidores la quinta generación que les estoy compartiendo ese altar que trabajamos en familia atrás y llegamos al nivel siete donde está el rosario algunos elementos importantes como la talega el molcajete y llegamos a la tierra le llamamos el último viaje porque al bajar los siete niveles nuestra familia se va a concentrar aquí en la tierra para poder subirse a ese chevrolet que era de mi tío 1964"
Asimismo, otra de las actividades más típicas que vislumbro a los espectadores fue la tradicional competencia de Catrinas, donde se contó con 28 participantes, que mostraron sus impresionantes vestimentas las cuales prepararon durante todo el año.
La catrina se ha convertido en un símbolo representativo para el día de muertos, este símbolo sólo es superado por la virgen de Guadalupe. Aunque la Catrina antes llamada "Calavera Garbancera" comenzó como una crítica a las clases sociales en el año 1912 por el grabador mexicano José Guadalupe Posadas en Guanajuato.
Debido a que durante el mandato de Benito Juárez y el Porfiriato las personas de sangre indigena vendian garbanzo relegando al maíz, pretendiendo se europeos y se avergonzandose de su propia herencia cultural mexicana.