Alberto Guillén, Director Operativo de la Red de Observadores Ciudadanos (ROC), informó que el método de monitoreo utilizado para evaluar la calidad del agua en las playas de La Paz es el mismo que emplea la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS). Este proceso es fundamental para garantizar que el agua de mar cumpla con los estándares de seguridad. El proceso de monitoreo comienza con la recolección de muestras en botes de plástico, que luego son enviadas a laboratorios especializados.
En estos laboratorios, se añade un reactivo a las muestras para promover el crecimiento de bacterias, permitiendo así determinar su presencia. Tras incubar las charolas durante 24 horas en una estufa, se utilizan luces ultravioleta para contar los pozos fluorescentes, lo que indica la presencia de bacterias. Guillén reconoció que en los últimos años la afluencia de visitantes a las playas ha aumentado significativamente. Sin embargo, la falta de baños y la necesidad de mantener las playas en buenas condiciones son problemas que requieren atención urgente. Es crucial ir más allá y entender el impacto de esta creciente afluencia en la calidad del agua y en el medio ambiente en general.