Una de las hipótesis respecto al varamiento de los lobos marinos en el Golfo de Ulloa es que estos se encontraban en el norte cuando murieron por causas aún desconocidas. La playa de San Lázaro es, históricamente, un cementerio de animales, así lo indicó la doctora Claudia Hernández, investigadora del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas. Las corrientes que pasan por esta zona depositan allí cadáveres de animales que murieron en el mar o en otras playas. Muchos de los animales que llegan a esa playa murieron por enfermedades o por vejez.
Mencionó también que llama la atención el que los lobos marinos encontrados fuesen subadultos. Si hubiesen sido hembras, esto indicaría una muerte relacionada con la actividad pesquera de la costa.