Él es Miguel Escobedo, se gana la vida realizando malabares en uno de los cruces principales de la ciudad de La Paz
Desde hace seis meses transitó más de mil 800 km del estado de Tamaulipas hacía tierras sudcalifornianas.
"La verdad me va mejor ahora sí que trabajando de esto de esto de lo que me gusta hacer y pues eso que nos vinimos acá a la paz , un poquito de equilibrio y disociación y un poquito de eso con el balón y hago clavas, muy bien porque de ahí puedo pagar mi renta la luz el agua el internet y más que nada me despensa"
Lleva más de 10 años dedicándose a realizar malabares,
Aunque tiene una carrera técnica en electricidad, prefiere realizar esta actividad en las calles de la capital
Desde temprana hora llega al boulevard forjadores, hay ocasiones que solo llega a ganar 50 pesos, en otros, hasta 1000.
"Los primeros días que llegué aquí en la paz me recibieron muy bien la verdad esta vez sí saqué como $1000 casi en todo el día pero si los junte es lo mismo que me sacado aunque no lo creas son $50 en 4 horas es que sí cómo puedes llegar y te puede ir muy bien también te puede ir muy mal, bien depende mucho de la gente también el estado de ánimo el sol y todo eso no".
Según datos del instituto Nacional de Estadística y Geografía ( INEGI) el estado de Baja California Sur presenta una baja incidencia de 36 por ciento en informalidad laboral,
38 de cada 100 personas ocupadas laboran de manera informal.
Miguel Medina relata que al realizar estas actividades, ha tenido diversas interrupciones por parte de autoridades, en una de ellas fue encerrado por 12 horas solo por trabajar en la vía pública e incluso le arrebataron parte de la ganancia de su trabajo.
"Llegan a amedrentar y amenazando te de tal manera que ya no quedan ganas de ir a esos semáforos porque te amenazan que te van a volver a levantar cuando yo pienso que ese no és el trabajo porque pues realmente es un trabajo lo que yo hago aunque mucha gente no lo ve de esa manera es un trabajo porque implica esfuerzo y practicar y sacrificio también muchos sacrificios como también tienen sus pros también tiene sus desventajas".
Todos los días trabaja en el mismo cruce y aunque la gente no lo vea como un trabajo. Esa
es la fuente de empleo del joven tamaulipeco.
Día con día le pone todo su empeño para poder realizar este tipo de malabares, ya sea de equilibrio o coordinación, hoy invita a los habitantes a apoyar en jornadas diarias a quienes se dedican a traves del malabarismo a entretener a las personas y a la vez, ganarse la vida con su arduo trabajo.