El obispo coadjutor de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Espinoza Garza, expresó su profundo dolor ante la crisis de violencia y desapariciones que afecta a Baja California Sur y al país en general. Destacó que el sufrimiento de las familias que han perdido a un ser querido es un drama que no debe ser normalizado.
Subrayó la importancia de buscar la paz desde el ámbito personal y comunitario, promoviendo valores de respeto y justicia. Considera que la violencia no es inevitable y que la sociedad puede reconstruirse a partir del respeto a la vida y la dignidad humana.
También mencionó que la Iglesia ha mantenido diálogo con el gobierno federal sobre esta crisis y manifestó su disposición a colaborar en la construcción de un entorno más seguro.
Además, lamentó que, aunque las cifras de homicidios a nivel nacional han disminuido, el número de personas desaparecidas sigue en aumento.
"Necesitamos trabajar la paz en todos los niveles, necesitamos superar el enfrentamiento vernos de una mejor manera y acercarnos a los unos y otros escucharnos unos de los dramas que viven los familiares de las personas desaparecidas es que no se sienten escuchados. necesitamos sentarnos con las personas en gobierno iglesias, también necesitamos sentarnos a escucharlos, enfatizar y caminar juntos y bueno hay cosas que ya no se pueden resolver una persona que haya sido arrebatada, la vida ya no puede estar con nosotros, pero podemos ir cerrando los círculos y ayudar a que las personas estén en paz".