La profesora Laura Beatriz Castorena Gómez, directora de la escuela primaria Carlos A. Carrillo, informó que desde hace años han implementado medidas para combatir la obesidad infantil, eliminando productos como Sabritas, chicharrones y refrescos de la tiendita escolar.
En su lugar, ofrecen alternativas más saludables como platos de fruta, licuados, malteadas y burritos típicos de Baja California Sur.
Castorena Gómez señaló que, aunque los niños suelen inclinarse por alimentos dulces y poco saludables, las escuelas desempeñan un papel crucial al sensibilizarlos sobre la importancia de una dieta equilibrada. Sin embargo, enfatizó que los esfuerzos dentro del plantel deben complementarse con la colaboración de los padres de familia.
Reconoció que transformar estos esquemas resulta complejo, pero confía en que, mediante proyectos educativos, se puede influir positivamente tanto en los alumnos como en sus hogares.
"Pues que es un gran reto para nosotros como sociedad ir cambiando los hábitos alimenticios porque no solamente es de los niños, es de nosotros como familia. Entonces, cambiar los esquemas, cambiar esos hábitos, es un poco complejo. Sin embargo, a través del trabajo con los niños creemos que es posible."
La directora invitó a los padres a sumarse activamente a esta lucha contra la obesidad infantil, reforzando buenos hábitos desde casa y colaborando con las iniciativas escolares.