Presas deberían ser prioridad en La Paz

En Baja California Sur, se extrae más agua de la que se infiltra a los mantos acuíferos. Esto se debe a factores climatológicos, llueve poco, pero también al crecimiento turístico y poblacional que crea una mayor demanda de agua. Además, existe un gran desperdicio de este líquido por parte de los usuarios y por las fugas que existen en la red de distribución.

Desde el sexenio pasado se propuso para solucionar la escasez de agua del estado la construcción de dos desalinizadoras: una en La Paz, que continúa en etapa de investigación, y otra en Los Cabos, que ya fue aprobada por el Congreso del Estado. Sobre la desalinizadora de Los Cabos, el ingeniero Jesús Solano, director de la Comisión Estatal del Agua, comentó que esta era la única opción para Cabo San Lucas, pues dicha ciudad depende de los pozos de San José del Cabo. En el caso de La Paz, aunque en algún punto la desalinizadora será necesaria, el ingeniero Solano opina que la prioridad deberían ser los proyectos de infiltración, como las presas, pues los acuíferos del municipio ya presentan intrusión salina debido al déficit hídrico. 

En Baja California Sur existen seis presas: La Palma y San Lázaro, en Los Cabos; Santa Inés y Buena Mujer, en La Paz; y La Higuerilla y El Ihuaguil, en Comondú. La recomendación que hizo la Comisión Nacional del Agua es potabilizar el agua de dichas presas. Esto ya se realiza en la presa de San Lázaro, con una extracción de 80 l/s y próximamente se hará en La Palma, con una extracción de 150 l/s.

El ingeniero Solano indicó que el costo de una planta potabilizadora oscila entre los 80 y los 100 millones de pesos. Además, el costo de producción de un metro cúbico de agua es de 10 pesos, tres veces menor al de la planta desalinizadora.