El pasado 7 de mayo, cerca de 20 estados de la República Mexicana fueron sacudidos por un apagón masivo que dejó a su paso una estela de afectación e incertidumbre. Aguascalientes, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Colima, Estado de México y Guanajuato se encontraron entre las entidades más golpeadas, dejando cerca de 10 millones de usuarios sin energía eléctrica.
Según información proporcionada por el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), el evento dejó en evidencia la fragilidad del sistema eléctrico nacional, generando preocupación entre los expertos en energía. Para el Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA), este evento marca el inicio de una temporada desafiante en términos de abastecimiento eléctrico.
La directora de CERCA, la Dra. Jacqueline Valenzuela, enfatizó que si bien el pronóstico no es catastrófico como en años anteriores, la situación actual es preocupante. Desde el mes de abril, se han emitido alertas de emergencia, y se ha iniciado el racionamiento de energía en algunas zonas del país. Valenzuela declaró: "El panorama no es bueno, aunque hemos tenido situaciones más desastrosas en el pasado. Sin embargo, no podemos subestimar la gravedad de la situación. La temporada de apagones ha sido oficialmente inaugurada".
Para hacer frente a la creciente demanda de energía eléctrica, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha implementado un programa de inversión desde el año 2021. Este programa incluye la instalación de nuevas unidades de generación, así como el suministro de gas natural en plantas estratégicas. Con una inversión de 127.8 millones de pesos, se han añadido dos unidades con una capacidad de 74 MW, junto con otras cuatro unidades nuevas con una capacidad de 113.2 MW.
Además, se ha incrementado en un 80.6% la capacidad de generación de la CFE, añadiendo 514 MW al sistema eléctrico nacional. Estas medidas buscan fortalecer la infraestructura eléctrica del país y garantizar un suministro más estable durante la temporada de alta demanda.
Sin embargo, los desafíos persisten. La carencia de infraestructura adecuada, el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos continúan siendo factores determinantes en la crisis energética que enfrenta México. La Dra. Valenzuela señaló: "Es crucial entender que la electricidad no surge de la nada. Depende de una infraestructura sólida y resistente, así como de condiciones climáticas favorables".
A pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades y las empresas del sector eléctrico, la situación actual demanda una respuesta urgente y coordinada para garantizar un suministro eléctrico confiable y seguro para todos los mexicanos.