Recientemente, organizaciones civiles mostraron su preocupación ante la amenaza de que el proyecto Don Diego, que busca extraer fosfato mediante dragado del fondo marino en el Golfo de Ulloa, sea reactivado tras un fallo internacional a favor de la empresa Odyssey Marine Exploration, a través de su filial Exploraciones Oceánicas.
En septiembre de 2024, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), del Banco Mundial, falló a favor de Odyssey Marine Exploration, ordenando a México pagar una indemnización de 37.1 millones de dólares tras la negativa de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de otorgar el permiso ambiental para el proyecto Don Diego.
Esta decisión se basó en que México habría incurrido en trato injusto y discriminatorio contra la empresa, violando el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
"A pesar de que el Gobierno de México anunció su intención de impugnar la decisión,
se desconoce si se tomaron acciones legales al respecto, dejando en incertidumbre la postura oficial del país sobre este caso", declararon grupos ambientalistas.
Actualmente, de acuerdo con la resolución internacional, Odyssey Marine Exploration está en espera del fallo del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) para recuperar su Autorización de Impacto Ambiental (AIA), bajo el argumento de que la negativa de Semarnat fue ilegal y arbitraria.
La empresa ya impugnó por segunda vez la negativa del permiso ambiental ante este tribunal, y de obtener un fallo favorable, podría recuperar su AIA y avanzar con el proyecto. La decisión del TFJA es clave, ya que, de ser favorable a Odyssey, abriría la posibilidad de que la empresa reanude formalmente su intención de explotar los recursos del fondo marino en el Golfo de Ulloa.
Es importante mencionar que, el Golfo de Ulloa es una región de alta productividad biológica, crucial para la pesca, que representa aproximadamente el 42% de la actividad pesquera en el estado. Además, es hábitat de especies en peligro de extinción, como la tortuga caguama (Caretta caretta) y la ballena gris (Eschrichtius robustus), las cuales podrían verse gravemente afectadas por el dragado que el proyecto minero implica.