Un oasis en el medio del desierto, de camino a San Javier a tan solo 14 kilómetros de Loreto se encuentra el Rancho Las Parras, anteriormente fue utilizado como un sitio de descanso por los misioneros jesuitas quienes transportaban los materiales para construir la misión de San Javier.
En la actualidad este espacio está abierto al público para que puedan disfrutar de las riquezas naturales con las que cuenta la zona y conocer un poco más de historia de la región.
Hace cientos de años los misioneros comenzaron a sembrar diferentes plantas frutales, las cuales traían de otras partes del país y del mundo, tales como higueras, olivos, mango, guayabos, datileras y parras.
Sin embargo, uno de los ejemplares que más se pueden encontrar en la región son los árboles de olivo, se dice que eran muy importantes para los misioneros, debido a que se utilizaban sus frutos para distintos fines
Damián Silva / Guía turístico
"El olivo se utilizaba en parte para la alimentación, lo que es el consumo de la fruta del olivo, pero sobre todo para lo que es el aceite el cual lo quemaban y lo utilizaban para tener un poco de luz, y abastecer sus quinqués (lámparas de aceite) y en general para tener iluminación por las noches"