De junio a agosto, las autoridades han restringido cualquier tipo de actividad con lobos marinos debido a que se encuentran en temporada de apareamiento. Según expertos, en esta época del año estos mamíferos tienden a ser agresivos, y la cercanía de visitantes puede provocar disturbios y estampidas, aumentando aún más su estrés.
Desde 2017, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ha implementado restricciones para evitar enfrentamientos entre estos animales. El Dr. Fernando Elorriaga Verplancken, investigador de CICIMAR, explica: "Se dan las cúpulas porque se da enfrentamiento entre machos. En esta misma época se da nacimiento de las crías, las hembras dan a luz y unos días después ya están receptivas para aparearse nuevamente. Es mucho estrés en el que están expuestas, y esto puede llegar a ocasionar también que estos acercamientos indebidos de gente en el agua provoquen disturbios, estrés en los animales y se presenten lo que llamamos estampidas."
El Archipiélago de Espíritu Santo, con una superficie de 48,654 hectáreas, alberga cerca de 750 ejemplares de lobos marinos de California. Las hembras pueden medir hasta 1.8 metros y pesar 100 kg, mientras que los machos alcanzan los 2.2 metros y 380 kg.
Aunque los lobos marinos no son agresivos, son muy territoriales y sus mordeduras pueden ejercer una fuerza de 5 a 100 kg, dependiendo de la profundidad o longitud afectada. La colonia de lobos marinos es importante tanto ecológica como económicamente debido al turismo que atrae. "Ubicándose ahí la colonia reproductiva más sureña de la especie, es una colonia muy importante en términos económicos por la cantidad de turismo que atrae y también en términos ecológicos," añade el Dr. Elorriaga.
El especialista subraya la importancia de respetar las restricciones impuestas por las autoridades para garantizar la integridad natural de los lobos marinos y permitir que continúen su ciclo reproductivo sin interferencias, evitando incidentes con los visitantes.