A finales del 2018 el Senado de la República aprobó aumentar el catálogo de delitos que amerita prisión preventiva, entre los cuales se tomaron en cuenta delitos como el desaparición forzada, portación de arma de fuego, robo, abuso de menores, entre otros.
Algo que podría significar endurecer las penas en contra de los rateros, ha quedado en sólo una intención, y es que el Congreso de la Unión modificó minuta que amplía el catálogo de delitos en los que procede la prisión preventiva oficiosa.
Sólo contempla como delitos de prisión oficiosa la corrupción, robo de combustible y delitos electorales, delitos que vienen afectando a los ciudadanos como el robo, seguirá siendo un delito por el cual los responsables entren y salgan de prisión y mantendrá activa la puerta giratoria del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio.