Como efecto de la sequía, el sector ganadero está viviendo una crisis económica. El precio de los forrajes, con el cual alimentan a su ganado, se ha disparado de manera considerable. Los ganaderos sudcalifornianos ven cómo sus ganancias disminuyen cada vez más, pues el margen de utilidad se ha reducido y la economía del estado no permite que incrementen los precios de sus productos.
Pese a que esperan que la situación mejore, el Comité Estatal de Fomento y Protección Pecuaria emitió una serie de recomendaciones de prevención por si este año tampoco se presenten lluvias. Entre ellas, se encuentra comercializar los becerros lo más pronto posible y disminuir el tamaño del hato.
El presidente del comité, Manuel Rangel, destacó que el cambio de temperaturas contribuirá a que el precio de los forrajes disminuya, lo que beneficiará a los productores ganaderos.