La madrugada del martes 3 de septiembre, los habitantes de Los Cabos vivieron un súbito despertar cuando un sismo de magnitud 4.3 sacudió la región por varios segundos. Aunque breve, el temblor fue suficiente para generar pánico entre la población. Cámaras de seguridad y algunos vecinos capturaron el momento exacto del movimiento, mostrando escenas de confusión y temor en las calles.
En medio de la incertidumbre, los testimonios de los residentes no se hicieron esperar. Viviana Perea, residente de San José del Cabo, compartió su experiencia: "Se sintió como 10 o 11 segundos, bastante fuerte para nosotros. Regularmente no sentimos sismos de esta magnitud, así que no sabía qué hacer. Solo me quedé acostada pensando 'si me voy a morir, me voy a morir ahorita'".
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el sismo ocurrió a las 4:58 am, con una magnitud de 4.3, y su epicentro fue localizado 11 kilómetros al noroeste de San José del Cabo. Durante las primeras horas de la mañana, se registraron varias réplicas de menor intensidad: una a las 6:40 am de magnitud 3.0, otra a las 7:06 de 3.2, seguida por réplicas de 3.3 a las 7:15 y a las 7:24.
Los residentes señalaron que, si bien están acostumbrados a huracanes, los sismos son algo relativamente nuevo para ellos, y no están preparados para actuar en tales situaciones. "Creo que estamos preparados para huracanes, pero no para sismos. Es algo que debemos aprender porque realmente no sabemos qué hacer", agregó Viviana.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) explicaron que estos eventos forman parte de un "enjambre sísmico" en la zona sur de la entidad, relacionado con la Falla de San José del Cabo. Según Ernesto Ramos, profesor investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra de la UABCS, esta falla tiene una longitud de entre 110 y 120 kilómetros. La actividad sísmica comenzó a repuntar a principios de agosto y, hasta la fecha, se han registrado 487 sismos en la región.
"Tenemos registros de 487 eventos. Muchos de ellos no son perceptibles para la población, pero el sismo de magnitud 4.3 la semana pasada aumentó la alarma. Se espera que la actividad sísmica disminuya en las próximas semanas", explicó el profesor Ramos.
El temblor encendió las alarmas entre los habitantes de Los Cabos, quienes, preocupados por la falta de preparación ante estos eventos, relataron que no sabían cómo actuar durante el sismo. La experiencia dejó en claro la importancia de implementar medidas de prevención y capacitación para la población en casos de actividad sísmica.