El cambio en el flujo de personas por el covid-19 es notorio y a quienes más ha afectado son a esas personas que acostumbran a vender sus golosinas o hacer malabares en los semáforos.
Además el trato hacia ellos ha cambiado ahora es más común que las personas les pidan que no se acerquen.
Jesús sale desde las 9 de la mañana a ofrecer sus dulces pues el dinero que recauda se utiliza para los gastos de casa de restauración en donde vive rodeado de más personas, con ello se pagan las cuentas de, luz, agua, vestimenta y comida.
Dentro de las indicaciones que se les han dado es el uso de cubreboca en las calles por higiene y desinfectarse las manos constantemente.