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24 de Abril del 2025
Sociales

Tragedias en eventos: ¿negligencia o accidente?

Tragedias en eventos: ¿negligencia o accidente?

Es común que miles de personas se reúnan en conciertos, festivales, ferias y espectáculos deportivos o culturales en busca de experiencias inolvidables.


La música en vivo, la euforia del público y la energía colectiva generan momentos únicos. Sin embargo, detrás de esta alegría, existe una realidad poco discutida pero urgente: ¿qué tan seguras son estas experiencias? ¿Quién responde cuando la organización falla y termina costando vidas?




La tragedia ocurrida el pasado 6 de abril en el festival AXE Ceremonia, donde dos jóvenes murieron aplastados por una estructura metálica en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México, ha revivido el debate sobre la responsabilidad de los organizadores de eventos y la fragilidad de las medidas de seguridad. No es un caso aislado. Conciertos, ferias patronales, festivales e incluso eventos deportivos han sido escenario de accidentes graves tanto en México como en otros países.


En la mayoría de estos casos, las víctimas no mueren por causas naturales o imprevisibles: mueren por negligencia. Una palabra que, legalmente, implica mucho más que un simple error. Significa que hubo omisiones, fallos o decisiones que pudieron evitarse, y que, de haberse actuado con el debido cuidado, el accidente no habría ocurrido.


¿Cuándo se considera negligencia en un evento masivo?




En México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación define la negligencia como un actuar culposo u omisión del deber de cuidado que ocasiona un daño, y cuya existencia debe probarse para que proceda la responsabilidad civil subjetiva.


Esta figura aplica en distintos contextos, como el médico, donde se exige demostrar que el daño fue resultado directo de un actuar negligente, y no simplemente de un mal resultado; o en el educativo, cuando una escuela omite actuar ante situaciones como el acoso escolar y esa omisión deriva en un daño físico o psicológico. En ambos casos, es indispensable acreditar el hecho ilícito, el daño y el nexo causal entre ambos.


Esta misma lógica se aplica a los eventos públicos o masivos, donde los organizadores asumen el deber legal y ético de garantizar condiciones mínimas de seguridad para los asistentes.


Si se produce un accidente (como el desplome de una estructura, la falta de rutas de evacuación, o la ausencia de medidas contra fenómenos climáticos extremos) y se demuestra que hubo una omisión en los protocolos de seguridad que derivó directamente en un daño, puede configurarse la negligencia.


Cuando estas condiciones se cumplen en el contexto de un evento masivo, se puede hablar legalmente de negligencia. Ejemplos comunes incluyen sobrecupo, estructuras mal instaladas, salidas de emergencia bloqueadas o ausencia de personal médico, condiciones que, si causan un accidente, pueden constituir una violación al deber de cuidado que todo organizador debe asumir.


Las leyes que sancionan la negligencia en México




En México, la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México establece que los organizadores deben cumplir con una serie de requisitos y protocolos antes y durante la realización de un evento.


Entre ellos se incluyen permisos legales, planes de protección civil, medidas de evacuación, servicios médicos y personal de seguridad. Si el organizador incumple con alguna de estas obligaciones y ocurre un accidente, se puede hablar de negligencia legalmente comprobable.


Además, el Código Penal Federal, en su Artículo 228, contempla los delitos cometidos por negligencia profesional, también conocidos como delitos culposos. Las sanciones incluyen desde la suspensión del ejercicio profesional por uno a dos años, hasta la suspensión definitiva en casos de reincidencia. También contempla la obligación de reparar el daño a las víctimas.




Por otra parte, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha detallado en su texto "Derecho de Daños: responsabilidad extracontractual" que la negligencia forma parte de la llamada responsabilidad subjetiva. Es decir, cuando una persona o institución no actúa con el cuidado necesario, y esto provoca un daño, debe asumir las consecuencias civiles, como indemnizaciones por daño moral, físico o económico.


Incluso se ha introducido en México la figura de los daños punitivos, que busca no solo compensar a la víctima, sino castigar al responsable de forma ejemplar, especialmente cuando la conducta negligente fue grave.


En palabras simples, el sistema legal mexicano tiene herramientas para sancionar la irresponsabilidad, pero su aplicación depende de que las víctimas denuncien y las autoridades actúen.


Casos representativos en México y el mundo




  • Festival AXE Ceremonia: tragedia en el Parque Bicentenario



El 6 de abril de 2025, el festival AXE Ceremonia vivió un desenlace trágico cuando una estructura metálica cayó sobre el área de prensa, causando la muerte de dos jóvenes fotógrafos, Berenice Giles y Miguel Hernández. La estructura había sido instalada después de que Protección Civil realizara su inspección, lo que ha generado dudas sobre la supervisión real del evento.


A pesar de que las autoridades inicialmente señalaron que el evento contaba con las medidas de seguridad necesarias, el incidente reveló una falta de planificación adecuada para prevenir accidentes. Este suceso ha resaltado una vez más la fragilidad de los protocolos de seguridad en eventos de gran magnitud.


  • Colapso de escenario en mitin político en Nuevo León



El 22 de mayo de 2024, durante un evento de campaña de Movimiento Ciudadano en San Pedro Garza García, Nuevo León, el escenario colapsó debido a fuertes vientos. Este incidente resultó en la muerte de nueve personas, incluyendo un menor de edad, y dejó a 65 más heridas. El gobernador Samuel García confirmó que se está investigando el caso y se espera que la fiscalía y autoridades compartan los datos oficiales.


  • Accidente en la Feria de Chapultepec




El 28 de septiembre de 2019, un juego mecánico en la Feria de Chapultepec, Ciudad de México, sufrió una falla que provocó la muerte de dos personas y dejó a cinco lesionadas. La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México inició investigaciones para esclarecer las causas del accidente. ?


A nivel mundial, también han sucedido tragedias que evidencian cómo la negligencia en la organización de eventos masivos puede tener consecuencias fatales. En Brasil, durante un concierto de Taylor Swift, el calor extremo y la falta de medidas adecuadas provocaron la muerte de una joven por deshidratación.


En Estados Unidos, el festival Astroworld se convirtió en una estampida que dejó varios muertos y cientos de heridos, mientras que en Hong Kong, una pantalla colapsó sobre el escenario durante un show de la banda Mirror, hiriendo gravemente a dos personas. En todos estos casos, hubo omisiones, fallos en los protocolos de seguridad o decisiones que, de haberse tomado con mayor responsabilidad, pudieron haber evitado el desastre.




Lo ocurrido en estos y otros eventos trágicos resalta la urgente necesidad de una mayor responsabilidad por parte de los organizadores de eventos. La seguridad no debe ser una opción, sino una prioridad. Las tragedias que han marcado la historia reciente demuestran que, con medidas adecuadas y la anticipación de posibles riesgos, muchas de estas muertes y heridas podrían haberse evitado.












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