Los cuatro perros que durante el mes de abril del año en curso atacaron y mataron al pequeño Iker de 3 años cuando se encontraba intentando jugar en la parte posterior de un taller mecánico en León fueron separados, puestos en adopción y ya se encuentran con una nueva familia.
El director del Centro de Control y Bienestar, Emmanuel Daniel Rodríguez señaló que el protocolo es retener a los animales agresivos por 10 días para revisar su comportamiento y si tienen rabia. Los dueños pueden recuperar a las mascotas después de la revisión y hacerse responsables de la amonestación, sin embargo en el caso antes mencionado, los dueños no mostraron interés por recuperarlos.
Así mismo explicó que fue hace un mes que se realizó un proceso de adopción responsable e incluyó paseo y convivencia con la familia, además la dependencia dará seguimiento por un plazo de 3 meses para revisar sus condiciones.