Emmanuel, fue víctima de este abuso cuando cursaba la primaria, lo que le provocaba una profunda depresión con la que creyendo que nadie lo quería, pensó en quitarse la vida.
Para él, el sobrepeso significó el problema de salud que lo llevó a ser objeto de señalamientos y ofensas contra las que luchó durante años, y aunque todavía trabaja con sus inseguridades él fue apoyado por sus familiares, bajando de peso y así reduciendo las burlas, sin embargo, decenas de niños no encuentran este apoyo, motivando el suicidio.
México ocupa el primer lugar internacional en casos de bullying en educación básica, afectando por año a más 18 millones de alumnos de primaria y secundaria.
Este acoso se puede definir como una serie de amenazas hostiles, físicas o verbales que se repiten, angustiando a la victima y estableciendo un desequilibrio de poder entre ella y el acosador.
Durante el ciclo escolar 2020-2021, Guanajuato registró 293 denuncias. 127 contra mujeres, 125 hombres y 41 casos no especificados.
En México cada mes se registran 52 suicidios infantiles.
Durante la pandemia de la Covid- 19 ha impedido que la actividad escolar se normalice, lo que ha influido en la disminución del Bullying y de los ataques verbales y físicos entre estudiantes, por lo tanto, se incremento en México el acoso cibernético o ciberbullying en los últimos años comenzando en enero del 2020 y finalizando en diciembre del 2021, el número total de casos graves del ciberbullying es de 186.000 estudiantes.
El proceso se inicia con la denuncia del padre de la víctima por bullying, ante un Fiscal de Familia que investigará. De ser culpable un menor, las medidas socioeducativas, según el grado de la infracción, son:
Libertad asistida. Un educador orienta y supervisa al menor infractor y a su familia por hasta ocho meses.
Libertad restringida. El menor y sus padres o tutor asisten diariamente al Servicio de Orientación al Adolescente (SOA) por hasta 12 meses.
Prestación de servicios a la comunidad. Con tareas según aptitud, salud, escolaridad o trabajo. Dura hasta seis meses.
Internamiento. Para menores con problemas severos de conducta. Se recibe apoyo multidisciplinario internado dentro de un centro de rehabilitación.
Semilibertad. Es posible si el menor ha cumplido los dos tercios del internamiento. Si muestra avances irá a la escuela o trabajo.