Como una guerra comercial, consideran empresarios la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos hacia México y Canadá, luego de que en plena renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y en campaña electoral, Estados Unidos anunciara nuevos aranceles contra las importaciones de acero y aluminio de México, Canadá y la Unión Europea (UE).
Arturo Sánchez Castellanos, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de León (CCEL), dijo que no permitirán que no se valore lo que significa tener a México como aliado comercial.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que México es el principal comprador de aluminio estadounidense y el segundo mayor comprador de acero de EE.UU y los aranceles de EE.UU. podrían perjudicar al comercio entre los dos países en un valor de 4 mil millones de dólares.
Y aunque México dijo que en respuesta a los aranceles impuestos por estados unidos, México agregaría gravámenes a productos de lámina plana de acero y tuberías; Embutidos, chuletas de cerdo y salchichas; uvas, manzanas y "varios quesos" y lámparas, Luis Ernesto Rojas, director de la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (COFOCE), aseveró que no afectará las exportaciones en el sector agroalimentos.