Más allá de un neologismo acuñado desde 1995 para referirse al rechazo, aversión, temor y deprecio hacia el pobre o desamparado existe un término adecuado llamado la aporofobia, que a grandes rasgos describe el miedo o rechazo hacia las personas en situación de pobreza, en el que destaca la discriminación y el estigma que enfrentan los pobres en la sociedad.
Cabe señalar que en México el salario mínimo en seis años, presentó una variación real de 113%, pasando en 2018 de los 88.36 pesos diarios, a los 248.93 pesos en el presente año y en la zona libre de la frontera norte (ZLFN) el pago se estableció en 374.89 pesos diarios, esto de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
Por último, las personas que cuentan con esta fobia o trastorno muestran comportamientos de desprecio, evitan el contacto, exclusión social, justificación moral entre otros, los cuales no solo afectan a las personas en situación de pobreza, sino que también perpetúan la desigualdad y la falta de empatía en la sociedad, por ello debemos actuar y respetarnos unos a otros sin importar la situación económica y otros factores.