Ahora que se acerca el día de muertos, Juan Hernández, dejó por un momento su trabajo cotidiano para ir a reparar la gaveta de su cuñado quien partió hace dos años y medio a sus 28 años de edad, asegura que para él es un compromiso dejar presentable el espacio donde hoy habita su cuerpo y así el 2 de noviembre reciba a toda su familia que tanto lo amó.