Con la intención de extremar medidas de protección y evitar contagios por sars-cov-2 los productores invocaron un ataúd llamado hermético , el cual está fabricado a base de acero, se encuentra soldado en una sola pieza, dicha cápsula metálica se sella con tres capas de polietileno para evitar que cualquier líquido, gas o virus, en este caso el Covid-19 pueda filtrarse.
Esta es una idea que surgió durante la segunda Guerra Mundial, no con la misma sofisticación y tecnología que los modelos actuales, pero que cumplían con la función de trasladar los cuerpos a largas distancias sin que se descompusieran.
Con la llegada del covid-19 las funerarias registraron hasta 51 cuerpos, cifra que en las últimas semanas se ha reducido llegando hasta 8.