Millones de familias sufren de la falta de acceso a medicinas, insumos o tratamientos médicos y, pese a múltiples intentos por parte de las autoridades para mitigarlo, la situación se agrava dejando a las personas más vulnerables atrás.
Tal es el caso de José Pedro Frausto Carrillo quien tiene 61 años de edad.
Hace dos años comenzaron sus problemas de salud que terminaron con un diagnóstico de diabetes, insuficiencia renal, hipertensión y problemas del corazón. Como primera instancia y para tratar su salud adquirió el seguro facultativo, sin embargo debido a la pandemia, burocracia y deficiencias del sistema no se le otorgaron las citas que requería, consultas, ni medicamentos.
Para su familia la decisión estaba en aceptar las deficiencias que le ofrecía el Instituto Mexicano del Seguro Social y poner en riesgo su vida, o bien, desprenderse de todos sus ahorros para gastar miles de pesos en tratamientos.