El precio de la masa y la tortilla aumentó y esto representa un golpe más al bolsillo de los ciudadanos.
De 15 o 16 pesos que hace unas semanas se vendía, actualmente llega hasta 20 pesos el kilo, sobre todo en colonias de las zonas ubicadas en la periferia de la ciudad.
Consumidores se quejan sobre todo porque la recuperación económica aún no llega para todos los trabajadores que se vieron afectados, pues un porcentaje que fueron despedidos aún continua sin trabajo.