Durante el fin de semana se tuvo reporte de que varios incendios forestales se registraron en la entidad, pero dos llamaron la atención y la actuación de diversos cuerpos de seguridad. Los más fuertes se registraron en Jerécuaro, donde murió una persona, y un siniestro más en Silao.
En la Sierra de Puruagua, en Jerécuaro, en los límites de Guanajuato con Michoacán, participan 110 personas entre técnicos, técnicas y combatientes de distintas dependencias de las tres órdenes de gobierno. Las instituciones involucradas son: la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), la Guardia Nacional (GN), el gobierno municipal de Jerécuaro, así como voluntarios de las comunidades y ejidos afectados.
En el combate al fuego en este lugar, un voluntario de 70 años perdió la vida, El hombre fallecido era originario de la comunidad El Tejocote de Puruagua, y se sumó de manera solidaria a las tareas que diferentes brigadas. Sin embargo, no se encontraba registrado en el Centro de Mando ni asignado a una brigada oficial, por lo que no se tenía su ubicación bajo control operativo.
La superficie afectada asciende a 250 hectáreas, según la estimación validada por el Sistema de predicción de Peligro de Incendios Forestales de México y el reconocimiento de campo realizado por el Comando Unificado.
Arde la Sierra de Agustinos
El incendio forestal registrado en la Sierra de los Agustinos ha sido controlado en su totalidad y presenta un 95 por ciento de avance en su liquidación, gracias a las acciones conjuntas del Comando Unificado, conformado por instancias de las tres órdenes de gobierno, así como brigadas voluntarias y comunitarias. Las labores se centraron en los municipios de Acámbaro, Jerécuaro y Tarimoro, y se mantiene vigilancia en la zona para evitar una posible reactivación del fuego y salvar tanto la biodiversidad como a las poblaciones cercanas.
En este incendio se reportan más de 720 hectáreas afectadas y se reporta una disminución notable de puntos de calor. Las condiciones meteorológicas favorables y el trabajo especializado de las brigadas han permitido avances que consolidan la etapa final del control del siniestro.
