Para los músicos que acuden a los panteones es toda una tradición cantarle a la muerte y a quienes quieren acompañar la visita a sus seres que ya no están con alguna melodía, pero actualmente se ven afectados en su economía pues, hay quienes acuden a estos lugares con sus bocinas propias y sus teléfonos celulares donde reproducen música y de buscan ahorrar algunos pesos.