Considerada una de las construcciones religiosas más grandes, la catedral podría definirse como el templo en donde se asienta el obispo o mayor representante de la Iglesia católica. En términos de espacio, las catedrales suelen ser siempre edificios magníficos que cuentan con impresionantes obras de arte, con un diseño único.
La arquitectura de las catedrales se caracteriza por edificaciones complejas a gran escala, cuyo diseño es originario de las tradiciones arquitectónicas paleocristianas establecidas durante el periodo constantiniano. Se han catalogado a varias catedrales entre las obras arquitectónicas más destacadas en el mundo.
Una de las catedrales más emblemáticos en México, es la Catedral de León, también llamada Basílica Metropolitana de La Madre Santísima de la Luz, una de las joyas arquitectónicas más emblemáticas de la ciudad.
Su planta techada por ocho bóvedas, una cúpula central, sus capillas y su fachada, son de estilo Neoclásico y cada detalle de este edificio, desde sus puertas hasta sus altares, es considerado una verdadera obra de arte.
La fachada tiene 12 columnas, mismas que representan a los 12 apóstoles. Un elemento más en la fachada, en el marco de las entradas, representando a la santísima trinidad "Padre, Hijo y Espíritu Santo".
Hoy en día, la Catedral de León es una obra arquitectónica considerada como la más importante construida durante la segunda mitad del siglo XIX en Guanajuato, siendo una de las atracciones principales para los turistas.