Corrupción, impunidad. Y no pasa nada.

La corrupción de sexenios pasados nos condujo a un cambio de régimen que prometió sepultar esa práctica y moralizar a la sociedad un gobierno que, asegura, ya la erradicó.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, "se acabó la corrupción, ariba".

Pero la oferta anticorrupción no se han traducido en hechos.

Aquí, algunos de los casos más emblemáticos en espera de investigación o sentencia.

La Casa Gris que habitaron el hijo mayor del presidente y su esposa. Residencia propiedad de un alto ejecutivo de Baker Hughes, una de las contratisas favoritas del gobierno.

Los videoescándalos protagonizados por los hermanos López Obrador, recibiendo fuertes sumas de efectivo.

Alejandro Esquer, actual secretario particular del presidente, y varios colaboradores, en una operación carrusel, que llevó dinero de damnificados a políticos de morena.

Los contratos millonarios por adjudicación directa otorgados a la prima hermana del presidente y a León Bartlett, hijo del director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Y por supuesto, el mayor escándalo hasta ahora: los desvíos en Segalmex, de acuerdo con mexicanos contra la corrupción, ha dejado alrededor de 13 mil millones de pesos desparecidos.

Un asunto que develo además la protección que desde Palacio Nacional se dio al titular del organismo saqueado, en lugar de llevarlo ante la justicia.

Y qué decir de los múltiples escándalos por venganza y enriquecimiento del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.

En todos los casos impera la impunidad.

Jorge Nader Kuri, abogado penalista y doctor en Ciencias penales y Política comentó, "nosotros hablamos de corrupción todo el tiempo, pero cuando la referimos a un delito, la sorpresa es que no tenemos un delito que establezca cuáles son los elementos de la corrupción y cómo se pueden perseguir como tal. Toda la legislación que nos dimos desde 2014, 2015, 2016, en realidad no ha funcionado, no ha sido funcional".

Sí, la corrupción se eliminó, pero solo en el discurso oficial.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, "Mexicanas, mexicanos. Muera la corrupción".

Y no pasa nada.