La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pues se estima que afecta a un 3,8% de la población mundial, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años. En México, de acuerdo con un estudio por parte la UNAM, de cada 100 mexicanos, 15 sufren depresión y a nivel estatal, cerca del 17.6 por ciento de los guanajuatenses presenta síntomas de esta enfermedad.
Un paciente depresivo se caracteriza por la persistencia de la tristeza o la persistencia de una dificultad para tener una motivación por las cosas que normalmente nos gustan.
Los estados depresivos se componen de elementos muy diferentes incluso de diferentes tipos de depresiones algunas de ellas endógenas, donde no hay un detonante aparente únicamente es un cambio en la neuroquímica del cerebro.
Hay que tener en cuenta que no todas las depresiones presentan los mismos síntomas ni la misma gravedad, sino que varían en función del individuo y sus circunstancias.
Ante cualquier síntoma de este tipo, es importante una valoración adecuada y oportuna para detectar las posibles causas pues en casos extremos el paciente puede llegar hasta el suicidio.
Afortunadamente aún en los casos más graves, la depresión es una enfermedad que se puede tratar. Y si usted lo requiere, no dude a acercarse a un especialista, ya sea un psicólogo o en su caso, algún psiquiatra.