El consumo de tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas, una cifra que se estima aumentará hasta más de 8 millones de fallecimientos anuales para el 2030 si no se intensifican las medidas para contrarrestarlo, el tabaco es perjudicial para todos ya que causa enfermedades, muertes, empobrece a las familias y debilita las economías nacionales, por el aumento del gasto sanitario.
Además, en el cultivo del tabaco se usan grandes cantidades de plaguicidas y fertilizantes tóxicos que contaminan el agua y causan desertificación.
Las empresas del tabaco se dirigen a los jóvenes con prácticas manipuladoras, como por ejemplo la comercialización incesante de sus productos peligrosos a través de las redes sociales y las plataformas de streaming. Esto tiene que parar y así lo hace saber la OMS.