Guiados por su fe, cientos de guanajuatenses caminan día y noche, ante el sol, frío, viento y cansancio para visitar a la virgencita de San Juan de los Lagos.
Se prevé que durante estos días pasen más de 300 mil peregrinos por la ciudad de León.
Los zapatos rotos, el sudor en la frente, el hambre e incluso el peligro de las carreteras no representan barrera ante la ilusión de llegar de rodillas a visitar a quien durante todo el año los ha cuidado.
Juan Alberto Redondo lleva en su caminar la foto de su abuelo, quien tenía 60 años yendo a San Juan, lamentablemente el año pasado perdió la vida, esta es la manera de homenajearlo.
Por otro lado, Salomón Hernández de la comunidad La Esperanza tiene ya tres días a pie, prevé llegar en dos más a San Juan de los Lagos, Jalisco, él hace este viaje por tradición.