El retraso en las lluvias ha traído consecuencias negativas para el campo, las tierras sembradas no han crecido y los animales no tienen agua para tomar.
El director de Desarrollo Rural en León, Roberto Palomares, dijo que estarían trabajando en apoyar con forraje a algunos productores, así como en la zona norte, como se hace cada año 3 veces al año con harina, arroz y frijol, beneficiando a cerca de 600 familias.
En León son cerca de 18 mil hectáreas que se aprovechan como tierra de temporal y se utilizan principalmente para la siembra de maíz y sorgo. Muchos de los campesinos concluyeron sus siembras desde hace más de un mes, otros de ellos esperaron a la primera lluvia para evitar que le faltara agua a los cultivos, sin embargo aun así se registraron afectaciones.