La fístula obstétrica es una de las consecuencias más graves que puede generarse durante un parto con complicaciones, ocurre cuando la cabeza del bebé comprime los tejidos blandos durante mucho tiempo, causando la falta de flujo sanguíneo en una zona, y la necrosis del tejido produce un agujero entre la vagina y el recto.
Las mujeres que sufren estas lesiones y no son intervenidas quirúrgicamente, padecen de incontinencia urinaria y/o fecal, derivando en afecciones médicas crónicas, depresión y aislamiento social.
Por ello cada 23 de mayo se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Fístula Obstétrica, fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para concienciar a la población acerca de una grave lesión que sufren muchas mujeres durante el parto, especialmente en países con sistemas sanitarios deficitarios.