México, es el país con más migrantes en Estados Unidos, por ello este lunes 20 de enero Donald Trump se juramenta y una de sus primeras medidas tendrán que ver con la frontera sur que comparte con México y con la deportación, de las cuales junto con dos funcionarios que nombró para el tema, Stephen Miller y Thomas Homan, son partidarios radicales de la expulsión de indocumentados.
La idea de Trump es deportar cerca de 20 millones de migrantes indocumentados o al menos, 1 millón al año siendo más del doble que el año con más deportaciones en la historia con Barack Obama en la presidencia del 2012.
Por otro lado, en México la presidenta Claudia Sheinbaum tras cumplir 100 días en el cargo ha concentrado parte de su gestión en atender los posibles efectos de un nuevo mandato de Trump, que además ha prometido aumentar a 25% los aranceles a las importaciones desde México.
Cabe señalar que tras anunciar una política económica para promover las industrias y atraer las inversiones extranjeras, Sheinbaum sostiene que va a recibir los connacionales de la mejor manera en caso de que sean deportados y fortalecer los 53 consulados que tienen en Estados Unidos, una de las redes consulares más grandes del mundo, por lo cual, se creó una aplicación de celular, Botón de Alerta, con la que los mexicanos en peligro de ser deportados podrán notificar al consulado más cercano y a la Cancillería.
Por último, México ha tomado diversas medidas a lo largo de los años para abordar la cuestión de las deportaciones, tanto de migrantes centroamericanos como de sus propios ciudadanos que son deportados desde Estados Unidos u otros países y aunque ha avanzado en la preparación y gestión de deportaciones, aún hay retos significativos que involucran recursos, coordinación internacional y protección de derechos humanos.