Juan Pedro tiene 12 años trabajando en la fabricación de ataúd y urnas para depositar los restos de los muertos, y en esta contingencia, también fue uno de los sectores que incrementó sus pedidos de un 80% a un 100%, que a su vez generó más empleos en la localidad.
Los precios de los ataúd van de los 3 mil 800 a los 7 mil 800, mientras que las urnas van de los 350 pesos a los mil 900, aunque debido a la oferta y demanda, los insumos provocaron que el costo final subiera cerca de 500 pesos.
Para Juan, el fabricar una caja de muerto en donde tarda hasta dos días, y en las urnas generan hasta diez diarias, es satisfactorio el poder realizar el mueble donde un día las personas descansaran.