De no tener modificación la aplicación del 25% de aranceles a vehículos que ingresen a Estados Unidos sin haber sido producidos en ese país, tan solo la empresa General Motors de Guanajuato dejaría de enviar 120 mil autos a la Unión Americana.
Para Wilebaldo Gómez Zuppa, investigador especialista en economía de la UNAM, y asesor del Sindicato Independiente Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Automotriz (SINTTIA), el escenario es crítico, pero confía que en estos días el gobierno de México logre negociar una disminución de impuestos en el sector automotriz.
Otro escenario, dijo, es que la empresa automotriz asuma el 50% de aranceles y el otro 50% el consumidor final, o bien, que el total del 25% de arancel se transfiera al consumidor, pero la salida de empresas de México es un escenario prácticamente imposible en un futuro cercano.
"Consideramos que el impacto en la demanda de consumo de autos, caería 18 por ciento, eso significa un menor volumen de ventas y por tanto un menor volumen de producción. Las empresas optarán por reducir producción, paros técnicos o incluso hasta el despido personal al saber que un 88% se exporta a Estados Unidos.
En el caso de General Motors (GM), estaríamos hablando de 120 mil autos menos al año, es un dato alarmante pero es la proyección en caso de bajar el consumo ante el arancel", especificó Gómez Zuppa.