El estado de Guanajuato es considerado el eje troncal de la dinámica económica
nacional. Su infraestructura carretera, así como los clusters económicos, principalmente el automotriz, le han permitido convertirse en los últimos 20 años en una entidad con un muy importante crecimiento de su producto interno bruto.
Paradójicamente, a pesar de estas condiciones, Guanajuato sigue siendo un territorio caracterizado por la exclusión, el rezago social y la pobreza, lo cual lo sitúa como uno de los principales modelos de la desigualdad y el privilegio para unos cuantos, a costa del bienestar de las mayorías.
Guanajuato ocupa el segundo lugar en desigualdad, cuya brecha de ingresos entre el 10% de su población más rica y el 10% de su población más pobre es de 29.6 veces, solo debajo de Nuevo León que es de 33.5 veces, esto es superior al promedio nacional de 20.7 veces, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2016, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Guanajuato tiene niveles de pobreza alarmantes,según datos del CONEVAL, en pobreza está considerado octavo estado con mayor nivel pobreza en el país y el séptimo en pobreza extrema.