De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura la ?FAO-
El suelo se define como un cuerpo natural constituido por capas compuestas de materiales de minerales meteorizados, materia orgánica, aire y agua.
Es el producto final de la influencia del tiempo combinada con el clima, topografía, organismos, flora, fauna y el ser humano, de materiales parentales rocas y minerales originarios.
Sobre los suelos se desarrolla la vida: especies vegetales y animales y, en general, es el soporte de muchos ecosistemas.
La superficie del territorio mexicano es de 198 millones de hectáreas. Se considera que 14% (27.4 millones) tiene vocación agrícola, mientras que 58% (115 millones) es de agostadero para la producción ganadera; además, los bosques y selvas cubren 23% (45.5 millones).
El aprovecharlos nos provee de alimentos y un equilibrio en nuestro hábitat.
"Nosotros ya tenemos algunos años implementando un programa donde se está apoyando mucho en lugar de fertilizantes químicos con biológicos que ayudan mucho a la restauración del suelo, pero utilizados para los cultivos o en este caso cuando inician las labores del campo algunos productores", afirmó.
A decir de los expertos el uso de los fertilizantes erosiona los campos o acaban con los nutrientes del suelo.
Estudios aplicados por la Secretaria de Marina y Recursos Naturales ?Semarnat- y la FAO las consecuencias de sobreexplotar los suelos y manejarlos con responsabilidad crece la inseguridad alimentaria, los ingresos disminuyen, la migración hacia las zonas urbanas se incrementa.
"Nosotros no tenemos un diagnostico como tal siempre hemos dicho que aun contamos con y lo que se está aprovechando con cerca de dieciocho mil hectáreas que son productivas de temporal y en el caso de las de riego son cerca de cinco mil hectáreas aun contamos nosotros con muy buena producción en esta cantidad de tierra en todo el municipio de León", detalló.
En lo local el crecimiento natural del municipio de León ha terminado con zonas rurales que alguna vez fueron productivas, es decir el pavimento en calles y avenidas no permite que haya filtración al subsuelo y con ello se desperdicia uno de los recursos naturales más importantes el agua en conjunción con el suelo.